
La acupuntura coreana, al igual que la china, se basa en la antigua filosofía del equilibrio entre el cuerpo y la naturaleza, y ha desarrollado sus propias tradiciones a lo largo de los siglos. Aunque las raíces de la acupuntura se encuentran en la medicina tradicional china, la acupuntura coreana se ha adaptado y expandido esos mismos principios, integrando aspectos culturales y médicos específicos de la península coreana. Uno de los pilares más significativos en la historia de esta disciplina son los tratados antiguos que documentan y profundizan en su práctica.
El Origen y la evolución de la acupuntura coreana son en si mismo la propia historia de la acupuntura en Corea y se remonta a varios siglos antes de Cristo, cuando las primeras influencias chinas llegaron a la región. Con el tiempo, la acupuntura fue transformada y moldeada por la cultura coreana, incorporando teorías locales y desarrollando metodologías propias. La unificación del conocimiento médico durante la dinastía Joseon (1392-1897) permitió que los eruditos compilaran tratados médicos que servían como guías para la práctica de la acupuntura. Uno de los primeros textos médicos en Corea que menciona la acupuntura es el Dongui Bogam ("Espejo de la Medicina Oriental"), compilado por el médico Heo Jun en 1613. Este tratado monumental no solo aborda la acupuntura desde una perspectiva filosófica, sino que también contiene un extenso análisis de los meridianos (canales de energía) y puntos acupunturales específicos que son cruciales para el diagnóstico y tratamiento. El Dongui Bogam fue tan influyente que fue designado como uno de los tesoros de la cultura coreana y también ha sido incluido en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. Los Tratados más importantes de la acupuntura coreana son el Dongui Bogam: Este tratado no solo es importante en Corea, sino que tuvo una gran influencia en el desarrollo de la medicina oriental en Asia. En el contexto de la acupuntura, Heo Jun sintetizó teorías tradicionales y presentó un enfoque holístico, priorizando el equilibrio del cuerpo, el uso preciso de los puntos de acupuntura y el diagnóstico basado en la observación de los síntomas visibles y el estado energético de los órganos. internos. La obra también se divide en cinco secciones, siendo la tercera dedicada al uso de la acupuntura en el tratamiento de enfermedades.
Otro tratado esencial en la acupuntura coreana es el Chimgu Gyungheombang , escrito por el Monje y médico coreano llamado Saam en el siglo XVII. Este texto se centra en la teoría y práctica de un enfoque conocido como la acupuntura Saam, una técnica única en la que se utilizan los principios de los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua) para equilibrar la energía dentro del cuerpo. . La acupuntura Saam es única porque utiliza un menor número de agujas en comparación con otras formas de acupuntura, pero se basa en un diagnóstico mucho más práctico y eficiente: Un método que comenzó a ganar prominencia en el siglo XIX es el Yakchim , o acupuntura constitucional medicinal. Este enfoque combina las técnicas de acupuntura con la administración de hierbas medicinales, inyectadas directamente en los puntos acupunturales. Este tipo de acupuntura, profundamente influenciado por los textos antiguos, busca una mayor eficacia terapéutica al integrar los beneficios de las sustancias medicinales con los de la acupuntura tradicional.
Principios distintivos de la acupuntura coreana.
A lo largo de los siglos, la acupuntura coreana ha desarrollado varias características que la diferencian de otras formas de acupuntura oriental. Uno de los enfoques más conocidos es la acupuntura de mano o Koryo soojichim , un método moderno que tiene sus raíces en antiguos textos de acupuntura coreana. Aunque no fue ampliamente documentado en los tratados más antiguos, este enfoque se desarrolló en las teorías subyacentes de los antiguos tratados coreanos, particularmente en la idea de que el cuerpo entero puede ser tratado a través de puntos en las manos.
Además, la acupuntura coreana pone un gran énfasis en la individualización del tratamiento. En muchos de sus antiguos tratados, se observa la creencia de que el tratamiento debe adaptarse no solo a los síntomas físicos del paciente, sino también a su constitución física y energética única, algo que se ve reflejado en los métodos modernos como la acupuntura Saam y Yakchim.
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